Hoy la ciencia ha logrado estudiar los campos energéticos del cuerpo humano y ha podido identificar una interrelación profunda e inexorablemente ineludible con los campos de la tierra y del cosmos.

Ya se mide la electricidad del sistema nervioso y de los órganos, la capacidad de modificar las funciones cerebrales con la respiración, de incidir con nuestra intención en las moléculas del agua y como está misma adquiere características estructurales diferentes una vez dentro de nuestro organismo.

Se conoce ahora la capacidad de recibir frecuencias de luz, sonido y energía escalar en el ADN para sintetizar moléculas a modo y generar su propia energía.

La siguiente imagen corresponde a The HeartMath Institute señalando las bondades de vibrar en armonía y coherencia con los campos electromagnéticos del planeta.

Te espero en el curso para conectar juntos los puntos e integrar y reconciliar los paradigmas de manera que puedas vivirlo en lo cotidiano y acomodar este conocimiento en tu mente.

Ya seas un ciudadano de a pie, un terapeuta alternativo, un médico alópata, o un curioso escéptico ven a este curso que definitivamente te va a enriquecer el alma, es una gratificante manera de pasar un fin de semana.